Cada vez son más los hoteles que contratan los servicios de una agencia de investigación, para controlar a empleados y a clientes. A los trabajadores los vigilan para que no roben comida, enseres o dinero desde el puesto que ocupan. Y a los clientes, para evitar fraudes y hurtos considerables.
En los hoteles es muy común pagar en metálico y no pedir el ticket, sobre todo, a la hora de contratar servicios complementarios. Por norma general los detectives privados en los hoteles pasan de manera desapercibida entre todos los turistas o huéspedes y de este modo pueden llevar a cabo un estudio del funcionamiento dentro de los diferentes departamentos.
Los detectives privados son capaces de destapar fraudes que van más allá de los pequeños hurtos por parte de los turistas. Existen casos en los que el cliente ha simulado un accidente en la escalera del establecimiento para poder cobrar del seguro e, incluso, otros han desmontado el sistema eléctrico de una habitación. Se trata de situaciones que ya superan el umbral de la normalidad.
Uno de los peores temores de la empresa hotelera es el robo a los huéspedes. La alarma salta si un turista que se aloja en el hotel sufre un hurto por la vulnerabilidad del sistema de seguridad o por parte de algún empleado. Más allá de la investigación presencial, las agencias de investigación también siguen el rastro de las conocidas como webs espejo. Páginas creadas iguales a las auténticas de las empresas y que estafan a los turistas mediante reservas falsas.
En Detectives Cabanach contamos con amplia experiencia en la investigación en hoteles, habiendo descubierto conductas irregulares que han servido a los responsables del establecimiento para despejar las dudas que tenían respecto a empleados desleales o malas prácticas por parte de estos o de clientes.