El diario Ara Balears ha publicado un interesante reportaje sobre cómo ha evolucionado la profesión del detective privado en los últimos años. Lejos de los estereotipos cinematográficos de persecuciones, gabardinas y lupas, la realidad actual se centra en temas como fraudes laborales, insolvencias fingidas o conflictos de custodia.

Entre los protagonistas del artículo se encuentra Juan Carlos Cabanach, director de Detectives Cabanach, quien relata cómo ha vivido esta transformación desde los años 90, cuando el 70% de los casos eran infidelidades, hasta hoy, donde ese porcentaje corresponde a investigaciones por fraude en el entorno empresarial y laboral.

El reportaje también pone de relieve la necesidad de una formación constante, un profundo conocimiento legal y un código ético firme para ejercer esta profesión, que exige tanto discreción como una gran capacidad de observación.

Además, se destaca cómo la investigación privada puede ser una herramienta clave al servicio de la justicia y de la sociedad, algo que en otros países como Suiza o el Reino Unido ya es una realidad con colaboración directa entre administraciones públicas y despachos de detectives.