El encargado de decidir cuándo se produce un siniestro total y, en general, de valorar el coste de la indemnización tras cualquier tipo de siniestro, leve o grave, es el perito de automóvil. Entre sus funciones también está investigar y analizar las causas del siniestro, valorar los daños, interpretar la póliza, etcétera. Tiene algo de mecánico, algo de agente de seguros, algo de detective, algo de científico.
El perito es un profesional que tiene que tener un alto conocimiento automovilístico y también saber moverse con soltura en el mundo de las pólizas. Y no solo eso: “Cada vez es más necesario que el perito sea una persona con facilidad de comunicación, don de gentes y capacidad de empatía, ya que tiene que mediar entre los diferentes actores que pueden verse implicados: la aseguradora, el asegurado, el taller, etcétera”, explica Josu Martínez, secretario nacional de la Asociación de Peritos de Seguros y Comisarios de Averías (APCAS), que reúne a cerca de 3.000 profesionales, más de la mitad dedicados al automóvil (otros peritos lo son de incendios y riesgos diversos, de embarcaciones de recreo y otros).
Así, el perito ejerce de punto de unión entre esta constelación de personas e instituciones, cada una con sus intereses particulares. “El perito tiene que tratar de que el resultado sea justo y todos salgan beneficiados”.
En cualquier caso, en muchas ocasiones los intentos de estafa al seguro hacen que sea necesaria la intervención de nuestro trabajo como detective para intentar esclarecer si realmente ha sido un accidente o si, por el contrario, se trata de un intento de estafa. En Detectives Cabanach contamos con una amplia experiencia en este tipo de encargos, y somos colaboradores habituales de compañías de seguros que necesitan averiguar si en determinados casos se está intentando realizar un fraude al seguro.