«El detective es una baza secreta del juicio, siempre se guarda para el final, se presenta cuando se está en la sala para coger por sorpresa al excónyuge en el juicio», dicen fuentes judiciales.
Los letrados admiten que alguna vez sus contrincantes han usado el informe de un detective en su contra en un juicio de divorcio. En ese caso, la madre acusaba a su exmarido de no atender adecuadamente al hijo y vestirlo mal. Una prueba que trajo el vigilante privado era que el niño volvía con la ropa manchada del parque pero el tribunal no vio nada raro en que el pequeño jugase y que el padre le organizase actividades de ocio.
Muchos bufetes ya tienen a un detective a mano para los divorcios. «Algunos despachos se gastan 2.000 euros por un informe completo del padre. Puedes pagar hasta 200 euros por un día de seguimiento», dice un abogado.
Las vigilancias a los padres no dejan al azar ningún detalle que acredite que el padre no es apto para la custodia del menor. El excónyuge quiere saber sus idas y venidas al colegio, si viste con ropa adecuada al pequeño, si tiene disponibilidad para pasar tiempo con el hijo o si lo deja con familiares, si llega tarde a casa o si incumple la ley de seguridad infantil a bordo del coche.
En Detectives Cabanach contamos con una experiencia dilatada en este tipo de encargos, fuimos de las primeras agencias a nivel nacional en trabajar en estas investigaciones, aportando en muchos casos pruebas dcisivas para obtener la custodia de los menores.