Estos dispositivos se pueden llevar en el bolsillo y almacenan muchas horas del sonido del entorno.
La empresa española Espiamos, tras llevar a cabo una serie de análisis de mercado internacionales, ha determinado que el uso de tecnologías de espionaje entre los ciudadanos españoles no ha hecho más que empezar.
Estos aparatos incorporan un micrófono en su conector y un chip de localización GPS, que permiten rastrear la ubicación del usuario en tiempo real. Son capaces, además, de transmitir el audio, sin límite de distancia, empleando tarjetas nano-SIM.
«Visualmente no se percibe la diferencia con un USB estándar, porque el micrófono va por dentro. Hay varios modelos, con y sin cable, y son capaces de registrar el sonido de su entorno sin necesidad de estar conectados a otro equipo. Puedes llevarlo en el bolsillo, por ejemplo», explica el portavoz de la compañía.
Un USB espía puede ser de gran ayuda para demostrar casos de bullying escolar, acoso sexual, maltrato o abusos en el ámbito laboral, entre otras situaciones.