Todas la empresas, y en especial las que tienen un gran volumen de negocio, son conscientes de que el mundo virtual es el medio en el que se tienen que mover con más frecuencia. Hoy, las compras se hacen a través de Internet, los servicios de atención al cliente más demandados son online y todos tenemos nuestros datos en el ciberespacio. Una situación que facilita hasta cierto grado las operaciones, aunque también presenta nuevos retos. Proteger la seguridad de la información es muy necesaria, sobre todo por las amenazas que de vez en cuando nos recuerdan que hacen falta recursos para prevenirlo.
Mucho más que labores de vigilancia
Hoy no es para nada extraño ver una cámara colocada en la fachada de un edificio. De hecho es tan cotidiano que en muchas ocasiones ni nos damos cuenta de que nos vigilan. Desde un pequeño negocio hasta la sede de una gran compañía suele disponer de un sistema de seguridad con cámaras, tanto para protegerse como para dar la sensación de seguridad. Las cámaras de vigilancia incluso se pueden ver en algunas viviendas, lo que hace que todavía sean más cotidianas.
No obstante, la grabación de imágenes no es la única medida de protección que se debe tomar hoy. Las cámaras solo cubren una parte de las necesidades de seguridad, sobre todo porque muchas de las cosas que hacemos son virtuales y no se pueden grabar. La información se recoge en formularios digitales, los datos se graban en ordenadores y se envían de un lugar a otro con tal rapidez que a veces no nos damos cuenta de que hay personas al acecho, tratando de conseguir esta información.
Una necesidad que va en aumento
Muchos responsables de empresas reconocen que la seguridad digital es una asignatura pendiente. De hecho, perfiles como el experto en ciberseguridad o el hacker ético tienen cada vez más demanda. A medida que nos vayamos adentrando cada vez más en el siglo XXI, la tecnología seguirá ganado terreno y esta demanda aumentará, por lo que se puede decir que este es un campo interesante para quienes quieren ampliar su horizonte laboral o se incorporarán al mercado en el futuro. En determinados centros se imparten grados universitarios en varias de las áreas que abarca este tema, mientras que hay compañías que están aumentando su presupuesto para incorporar en su plantilla a estos profesionales bien formados.
Otra opción puede ser la de contratar un despacho de detectives. Estos cada vez más realizan labores de inteligencia, donde, por supuesto, se incluyen temas relacionados con la ciberseguridad. En detectives Cabanach realizamos este tipo de encargos, y los resultados obtenidos son francamente buenos.