Cuando uno piensa en el Comisario Villarejo, hoy ya en prisión, inevitablemente piensa que, después de leer muchas noticias y artículos relacionados con este oscuro personaje, era detective.
Pues bien, es nuestra obligación indicar que Villarejo nunca fue (ni será) detective privado. Para serlo hay que cumplir una estricta normativa y Villarejo (y su empresa) no la cumplían, más bien utilizaba esa empresa para hacer de tapadera y llevar a cabo sus «chanchullos».
Al final, una historia que se repite una y otra vez (la del «detective» Villarejo) cala en el subconsciente de la población. Estamos convencidos que si hoy preguntáramos si Villarejo era detective además de comisario, muchos de los entrevistados no dudarían en indicar que así era. Es el problema de la desinformación.
Basta con hacer una búsqueda en google sobre Villarejo y encontraremos miles de ejemplos de lo que hoy os estamos contando, pero si queréis «asegurar el tiro» haced la prueba con Villarejo AND detective… Lo que pasa a continuación te sorprenderá, aunque la primera entrada (la de su wikipedia) indica que Villarejo nunca fue detective (un rayo de esperanza).
Insistimos, el problema en este caso es la desinformación existente, no se pueden dar por buenas informaciones que, en muchos caso, no son contrastadas. Figuras de este tipo hacen daño a nuestra profesión, ya que son oscuras y muy alejadas de lo que en realidad es el profesional de la investigación, alguien sometido a un control muy férreo y que debe cumplir una normativa muy extensa y clara, algo que Villarejo ni siquiera imaginó hacer.