Tras el confinamiento domiciliario a causa del Covid-19, desde Grupo Cabanach prevemos que en las próximas semanas, cuando este confinamiento acabe, habrá un aumento de fraudes al seguro. En ese momento habrá mucha gente que se encuentre sin ingresos y, por ejemplo, se producirán más simulaciones de accidentes.
En este momento ha culminado una investigación en Andalucía que demuestra que nuestra previsión se puede hacer realidad. Un hombre dijo que habían entrado a robar en su casa. Se habían llevado muchas cosas, incluida una televisión de 1.500 euros. El informe fue contundente: lo fingió, falsificó facturas y simuló forzamientos en la puerta. Prevemos una escalada tremenda en el tema de los fraudes, ya que estos siempre suben en momentos de crisis. Entre trabajadores y empresarios, habrá muchas personas con la tentación de destruir inmuebles a los que no les dan uso para poder cobrar el seguro. En muchas ocasiones la indemnización de la aseguradora es más rápida y jugosa que la propia venta del inmueble y, además, tras el cobro del seguro el inmueble sigue siendo propiedad del individuo.
Y otro foco del fraude, en este caso al Estado, serán los ERTEs y los créditos ICO. Los servicios de inspección cuentan con muy pocos medios humanos y ninguno técnico. Habrá empresarios que reciban las ayudas y empiecen a trabajar sin declararlo. Probablemente, en estos momentos, ya hay gente que cobra el ERTE y está yendo a trabajar.
Posiblemente a la Agencia Tributaria y a la Tesorería de la Seguridad Social les saldría más a cuenta contratar los servicios de detectives privados para poder ir identificando a los que no utilizan las ayudas tal y como se establecen. En realidad a la sociedad le saldría más a cuenta, ya que con estas prácticas fraudulentas se está defraudando el dinero de todos.