Hace unos días leímos un artículo en el periódico La Vanguardia sobre los primeros detectives en España. Como dato curioso, os adelantamos que nuestra profesión fue una de las primeras en la que se permitía la participación de las mujeres. Creemos que vale la pena compartirlo con vosotros.
¿Saben que hubo en España un Sherlock Holmes y un James Bond con licencia para matar, o que en 1925 una mujer dirigió por primera vez una agencia de detectives en España? El periodista y escritor José Luís Ibáñez ha recopilado estas y más anécdotas en su nuevo libro Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe (Espasa).
El también guionista confiesa a La Vanguardia que “de las novelas detectivescas llevo enamorado desde que era pequeño. Tenía fiebre reumática y quedaba postrado en una cama hasta que a una de mis tías se le ocurrió regalarme Las aventuras de Sherlock Holmes. A partir de ahí empecé a devorar toda novela que tuviera que ver con los detectives privados”.
Sin embargo, explica que, para su sorpresa, no existe apenas información sobre la historia de esta profesión que tanto atrae a novelistas, lectores y a la industria del cine. “A principios de los 2000 empecé a escribir una novela. Empecé a investigar porque quería que en ella apareciera un detective gracias al que el lector pudiera conocer de primera mano cómo trabajaban en España antes de la Guerra Civil. Quería alejarme del tópico norteamericano. No encontré absolutamente nada. Sólo que el primer detective privado en nuestro país, en 1909, se llamaba Enrique Cazeneuve y fue un verdadero genio”.
“Tras mucho rebuscar acabé encontrando algo de información que me permitió escribir mi primer relato. Pero un tiempo más tarde, cuando me puse manos a la obra con mi segunda novela, volví a encontrarme con el mismo problema. Entonces sí que decidí que iba a empezar yo con esta investigación y centrarme exclusivamente en ella”. Y así lo hizo, pues dedicó cinco años a documentarse y a acudir a archivos de todo tipo y luego otros dos a ordenar la información y a la escritura.
En España, la de detective fue “curiosamente” una de las primeras profesiones liberales a la que pudieron acceder las mujeres. “No se consigue por eso hasta la República. La primera referencia que tengo es de 1912. Era una francesa que trabajaba en una agencia barcelonesa en Madrid. Luego ya en 1914 se anuncia con toda normalidad señoritas detectives tanto en Barcelona como en Madrid o en otras ciudades españolas. Y en 1925, en la calle Boquería, Carolina Bravo dirige su propia agencia de detectives. Es la primera vez que una mujer se pone al mando”.
Fuente: La Vanguardia